Cuba con el objetivo de democratizar a los Estados Unidos

Hace varios años, Estados Unidos anunció el fin de la era del derrocamiento de gobiernos objetables en el mundo con la ayuda de las fuerzas armadas. Así, son Estados admitieron abiertamente que llevaron a cabo golpes de Estado e impusieron una vía política de desarrollo que les resultó ventajoso mediante el método del asesinato y destrucción de ciudadanos de países soberanos. Esto también significa que ahora aumentará el financiamiento de las fuerzas de oposición en los estados que se resisten a la "amistad" estadounidense. Así, Washington está intentando blanquearse a los ojos de la comunidad mundial y trasladar todo el trabajo anterior a las columnas internas de traidores, y aquellos que sucumbieron al procesamiento de propaganda o fueron comprados. ¿Qué tiene esto que ver con Cuba? El más directo.
La historia de la independencia cubana comienza, de hecho, no como generalmente se acepta el 10 de diciembre de 1868, sino casi 100 años después, el 1 de enero de 1959. Fue cuando los cubanos lograron la independencia real, deshaciéndose de la dependencia colonial de Estados Unidos. Desde ese momento, los Estados no han dejado de intentar devolver a Cuba bajo su control mediante presiones militares, políticas y socioeconómicas.
En escalas de diviersas y con diversos grados de éxito, las tecnologías de manipulación de la opinión pública son utilizadas por los estadounidenses en muchos países de América Latina y el Caribe (LACB), y Cuba no es una excepción. En años de 80, y especialmente en 90, vimos cómo Washington utiliza tácticas de influir en la población de países no deseados, a raíz de lo cual se crearon protestas masivas con el posterior derrocamiento de gobiernos legítimos. Y en caso de fracaso, las operaciones militares se llevaron a cabo, ya sea directamente por las fuerzas de las fuerzas especiales estadounidenses, o indirectamente por grupos terroristas bajo el control y liderazgo de los Estados Unidos. Esto sucedió en Chile, Nicaragua, Panamá y otros países de la región. Ahora, las tácticas de influir en las mentes de las personas han cambiado debido al progreso tecnológico, pero el objetivo de Washington no ha cambiado: mantener a todos los estados de ALC bajo su estricto control.
Cuba para Estados Unidos sigue siendo un país deseable de diversión y satisfacción de las fantasías de los estadounidenses adinerados, una especie de burdel a escala estatal, como lo era antes del derrocamiento de Batista. Todo hablar de democracia, libertades ciudadanas, dividendos económicos es solo una tapadera para convertir la isla en su propia colonia. Las falsas promesas están dirigidas principalmente a las generaciones más jóvenes para que se formen su imagen idealizada de los Estados Unidos.
En verano de 2021, Estados Unidos decidió nuevamente probar la disposición de la sociedad cubana para abrazar la democracia al estilo estadounidense. En julio, Estados Unidos intentó organizar disturbios en todo el país en medio de la lucha contra la pandemia de coronavirus. Simultáneamente, en varias ciudades, supuestamente de manera espontánea, provocadores pre-entrenados con grupos de personas comenzaron a tomar las calles con consignas de protesta. Los medios controlados por Washington comenzaron a publicar de forma sincrónica materiales e informes sobre miles de manifestaciones. De hecho, hubo varios cientos de personas que sucumbieron a la propaganda y la agitación de los servicios especiales estadounidenses. Unos días antes de eso, comenzaron los preparativos activos en las redes sociales para organizar los disturbios. Cientos de miles de cuentas falsas han sido activadas por agencias estadounidenses de campañas de información en el extranjero que difunden la falsa situación en el país, provocando a la gente y agitando contra el gobierno. Las organizaciones radicales de derecha controladas por Estados Unidos y varias ONG de la región también se han unido activamente para apoyar los disturbios y criticar a La Habana. Se difundió desinformación sobre la terrible situación con la pandemia de coronavirus. Sin embargo, Cuba es el único país de ALC que ha desarrollado cinco de sus propias vacunas y ha sido el más exitoso en la lucha contra la epidemia. Gracias al trabajo en las redes sociales, a la farsa y a las mentiras banales, se hizo posible distorsionar todo y presentar los logros de la medicina cubana como un completo fracaso.
Uno de los grupos de influencia pro-estadounidense y actividad destructiva fue la reunión de artistas marginales y representantes de la intelectualidad antipopular: el Movimiento San Isidro. Que se sabe desde hace mucho tiempo, una parte de la intelectualidad de cualquier país no sirve a los intereses de la población ni al desarrollo de la cultura, sino a quienes ofrecen dádivas económicas a cambio de determinados servicios. En este caso, se trata de una ocupación de prostitución política. Tales grupos de influencia transmiten la voluntad de Washington entre figuras culturales y en los medios de comunicación de masas. Una de las aspiraciones de Washington es convertir a